Trolebus

  • Rafa Martínez

En 1984 Choluís, del CCH Sur, y Pato Montes, del CCH Oriente, se conocieron en un taller de letras y canciones impartido por Roberto González en el Museo del Chopo.

Un día, al terminar una clase, se quedaron tocando en la calle canciones de Rockdrigo y fue el inicio de una colaboración entre ambos.

Comenzaron a componer sus propias rolas y decidieron convocar a algunos músicos amigos para formar una nueva banda al comienzo de 1985. Choluís venía de tocar en el grupo Labios Azules, de donde invitó al baterista Demex. Por su cuenta, Pato tenía un grupo con su compañero de escuela Fernando Moreno y su primo Felipe, guitarrista y bajista, respectivamente.

Ensayaban en un terreno baldío de la colonia Moctezuma, a un lado del Peñón de los Baños, lugar donde habían acondicionado un pequeño cuarto. Se juntaron a tocar ahí y se conformó un quinteto al que decidieron llamar Trolebús, ya que, para tener energía, se habían colgado con un diablito a un poste de luz. Necesitaban dar un nombre para un evento en apoyo a los damnificados del terremoto que se realizaría en el Museo de Antropología, y ése fue el que se les ocurrió pensando que posteriormente lo cambiarían, y al final se les quedó.

Para tener donde tocar, se acercaron al Consejo Nacional de Recursos para la Atención a la Juventud, y gracias a los apoyos que manejaban para iniciativas de jóvenes, se hicieron de una tarima y silla, después de presentarles el proyecto de un foro alternativo en el mismo terreno donde ensayaba. A éste lo llamaron Multifloro Trasher y se convirtió en el primer escenario sobre el que tocaron ante amigos y vecinos.

En las canciones había aportaciones de Pato y Fernando, pero principalmente de Chololuís. Tenían una influencia de los compositores rupestres. Poco tiempo después de su formación sucedió al terremoto en el cual tristemente falleció Rockdrigo, a quien admiraban. Así que, en su contexto de terremotos, fugas de gas, mundiales de futbol, fraudes electorales y cantantes errantes arrancó el Trolebús.

Decidieron plasmar sus canciones en un demo y acudieron a Marc Rodamilans (exMistus), quien los registró en una grabadora porta estudio de Botellita de Jerez. Su profesor de historia en el CCH fue Ismael Colmenares, del grupo Los Nakos, en el que tocó Francisco Barrios antes de ser el baterista de Botellita de Jerez. Por esta razón, los Botellos llegaron a tocar en su escuela, volviéndose desde entonces una influencia para él. Así que le enseñaron su demo a Francisco y éste se entusiasmó en producirlo artísticamente.

En 1987 grabaron su disco debut: Trolebús en sentido contrario, para Discos Pentagrama, con la producción ejecutiva de Rodrigo de Oyarzabal y Víctor Esquide. Se grabó en el Estudio Publiservicios, con Bárbara Burton como ingeniera de grabación. Tuvo como invitados en los coros a Cecilia Toussaint, Sabo Romo y los integrantes del grupo Mama-Z. Los instrumentos que usaron para grabar se los presentaron los de Botellita de Jerez. Posteriormente, el disco fue reeditado por las discográficas independientes Avanzada Metálico, Ozono y Discos Denver. La canción comenzó a sonar en estaciones de radio capitalina, como Espacio 59, Radio Educación, Estéreo Joven y también en Radio Mexiquense.

Tocaron en escuela y en casas de cultura y, aunque poco, en hoyos fonqui, alternando con El Tri y grupos de rock urbano, donde mucho los ubicaban. También comenzaron a presentarse en Rockotitlán. En actos universitarios alternaron con Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio. También fueron parte de los conciertos organizados en el estacionamiento del Sindicato único de Trabajadores de la Industria Nuclear (SUTIN), donde participaron cantores rupestres, grupos de reggea y rock.

Para 1988 Choluís tenía planes de continuar sus estudios de la comunicación en el extranjero y, ante un momento de incertidumbre, decidieron parar. Así que los integrantes de Trolebús se involucraron de otros proyectos. Demex y Pato estuvieron acompañado a Nina Galindo justo antes de que Pato recibiera la invitación para colaborar con Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio. Choluís creó un grupo alterno llamado Las Canijas Lagartijas.

El grupo reapareció dos años después con Choluís y Demex, e incorporaron a Muricio Ollín Meyén en la guitarra y a Miguel Ordóñez en el bajo. El sonido de Trolebús cambió hacia el heavy metal. Con esta formación grabaron, bajo el sello Avanzada Metálica, el disco Urbanicidio, que salió en 1993, con la producción artística de Alejandro Cruickshank y la producción ejecutiva de Octavio Escalante. Fue grabado en los Estudios Agua. El disco sería reeditado años después por Discos Denver.

Siguió el disco Días oxidados, en 1993. Se grabó en Opus Audio con la producción artística de Fernando Martínez del Campo y, nuevamente, con la producción ejecutiva de Octavio Escalante. Fue editado en casete por Avanzada Metálica, pero reeditado en CD por Discos Denver en 1996.

En su faceta metalera, el grupo fue tachado de mala influencia por sectores conservadores del país, al grado de que el Arzobispado de la Ciudad de México, por medio de su vocero, hizo un llamado a la juventud para que abstuviera de escuchar a Trolebús.

En 1994 salió Miguel, por lo que Choluís comenzó a tocar el bajo, además de cantar. Como trío, participaron junto a otras agrupaciones y estudiantes de la UNAM en el colectivo Serpiente sobre Ruedas, en los conciertos en apoyo a las comunidades zapatistas desplazadas. En uno de esos eventos, en el concierto Doce Serpiente, me invitaron al escenario a palomear con ellos.

En 1995 grabaron su cuarto disco: Delirium trolems, que salió en 1996 con el sello Raven Music y producción de Alejandro Cruickshank. Salió originalmente en casete, pero en 1999 fue editado por Discos Denver en Cd.

Choluís Finalmente se mudó a España en ese año. Demex y Mao trataron de continuar incluyendo a Luis Cáceres en el bajo, y en la voz probaron con varios cantantes, siendo Alex con quien grabaron el disco La alcantarilla, editado por Discos Denver y producido por Mao y Demex. Sin embargo, este esfuerzo por mantener vivo a Trolebús, sin Choluís, resultó infructuoso y el grupo terminó separándose en ese año.

En 2006 se develaron 50 placas conmemorativas de 50 canciones representativas del rock mexicano en el jardín Ramón López Velarde, de la Ciudad de México, lugar que se conoce como 50X50 Paseo del Rock Mexicano. Una de ellas fue , de Trolebús.

Al siguiente año, el 1 de diciembre de 2007, se junto la primera formación de Trolebús para dar un concierto en el Tianguis Cultural del Chopo, en un evento lleno de nostalgia.

 

 

 

Fuente: “60 años de rock mexicano” – González, Rafael

COMPRA AQUÍ: Volumen 1, Volumen 2, Volumen 3