Ultra Pacheco

No es una novedad conocer la excelente calidad musical y versatilidad de Alejandro Otaola, demostrada en innumerables ocasiones tanto en coproducciones como de manera individual, Krisalidas no es la excepción, sin embargo, para aquellos puristas que aman lo clásico del rock en un disco complejo de escuchar, pero debemos dejar de lado los prejuicios y abrir la mente, ya que podemos encontrar mucho de Santa Sabina en él y sobre todo de la locura y la creatividad de Alex Otaola. 

Sin necesidad de nuestra amiga Mary Jane al escucharlo que primero fue el disco blanco de los Beatles, pero posteriormente encontré matices y pisadas de diferentes épocas, para los amantes de las percusiones y el bajo, lo siento mucho, pero en esta ocasión pasaron desapercibidas, pero no por eso está falto de profundidad, ni siquiera sé que  llamaré así, ya que podría ser la banda sonora de un día en el hospital Fray Bernardino, pero a la vez tirado en la cama con los ojos cerrados se puede brindar la calma más deseada después de una arduo día de trabajo. 

Como dato curioso se debe saber que la incubación de este disco fue tan sólo de  6.300 días, fue improvisación realizada en el Auditorio Divino Narciso de la Universidad del Claudio de Sor Juana durante la Presentación del libro de poesía "La novia del Soldado japonés" de Jordi Soler el evento Duro 50 Minutos y fue un material resultante digno de presumirse en un LP. 

Puras Palabras Positivas para Otaola sí, Pero sin Ser Forzada ni payoleada, simplemente honor a quien honor merece y este músico mexicano ha trabajado lo suficiente como para ser reconocido, esperamos tenerlo en las muchas producciones más, conservar su mismo toque y dejándonos con una buena limpiada de orejas. Mis sinceras GRACIAS por seguir trabajando, aportando y creyendo en este universo musical, sellado en un lugar llamado México.

Fotografía: Luis Rod.