Caifanes en el Palacio de los Deportes 6 de Octubre
Razones para vivir esta experiencia
Desde el regreso de Caifanes a la escena del rock mexicano se ha visto que la aportación a la música va más allá de cualquier forma de entender el fenómeno, una banda que comenzó como cualquier otra, con muchos intentos, tomando en serio su carrera a pesar de llevar siempre la contra de todo, con problemas internos, externos, con una construcción de personajes antagónicos que hacen que a pesar de solo tener 4 discos, hacen una verdadera banda de rock.
En México la cuestión esta así, Batíz por comenzar, Lora por soportar y Caifanes, por hacer la magia que el rock debe causar, mucha gente argumenta que sería necesario hacer un nuevo disco, de hecho también hay quienes dicen que a la salida de Marcovich se había perdido la magia, que si Saúl está más preocupado por su postura política o de cuidar lo que dice en el escenario, que si seguimos inmersos en ese eterno recordar que esta en la idiosincrasia mexicana y tal vez cada argumento tenga un poco de razón, pero lo que sigue pasando con el fenómeno Caifanes, es que simplemente sigue siendo una experiencia única e irrepetible, así como haberlos visto en el 92 en la Diabla o el 95 en la Venustiano Carranza o en él Vive Latino en 2011 en el regreso, que por cierto se debe comentar que en todos los años de este festival, jamás había habido un portazo, si, por ver a Caifanes en su mejor versión.
La banda anuncia una nueva fecha el 6 de Octubre del 2018 en el Palacio de los Deportes y seguro que será una experiencia, como cualquiera de las presentaciones que ya se tienen, porque sencillamente la conformación de los personajes, con su música, con la comunión con la gente, con la nueva gente que será la primera vez que viva este momento, con quienes lo han vivido más de una vez, con quien conoce solo un par de canciones o por quien considera que la música de Caifanes ha sido lo mejor que le ha pasado a la escena.
Congruentes, exitosos, convencidos y cada vez más confiados de la música que hicieron legado, del ejemplo que ponen a muchos compositores de cuidar cada detalle al máximo en sus discos, porque al final, nadie sabe si habrá otro, no se puede juzgar a la banda por no querer volver a hacer rolas, si al final cuando se presentan se mueve una energía bastante chida, el hecho de verlos, de sentir el bajo de Sabo cuando toca esos slap en tonos bajos, el bombo retumbante y la tarola de Alfonso André, que hace de la percusión una voz más, Diego que con el teclado y el sax le dan esa escénica a las canciones, que basta cerrar los ojos, la mente se transporte, directo a donde este el recuerdo de cada canción, Saúl, esa voz de aquel compositor que desde su cuarto en la Guerrero, hacía que cada uno de los sentimientos de juventud se quedara plasmado en esa metáfora, tal vez a veces exagerada, pero visceral, real, con esa mexicanidad que no es un nacionalismo, provocando esa comunión, con cada uno de los que asiste a el ritual, como un gurú, como un verdadero rock star mexicano, Rodrigo con esa gran carga que tiene por ser el villano que sustituye a Marcovich, pero que si le damos oportunidad, es un gran guitarrista y tiene su propia forma para hacer de Caifanes a lo que suena hoy.
La presentación del 6 de Octubre en el Palacio de los Deportes será para muchos una estrategia de mercado, un abuso, algo a lo que ya no piensan ir, pero también será para muchos la primera vez que de carne propia puedan desgarrar la memoria, cerrar los ojos y transportarse al mundo que propone Caifanes, una banda mexicana que sin duda es de las mejores aportaciones musicales que se ha dado en estos últimos años.
Los boletos ya están a la venta, aun no hay confirmado ningún disco en puerta, se dice que los integrantes han estado presentándose maquetas de algunas cosas, pero hasta ahí ha quedado, la banda tiene muchas presentaciones aun en puerta.